Redes sociales bien atendidas detectan crisis y generan una oportunidad de mejorar la imagen y generar buzz.
Hoy en día todas las campañas de publicidad son minuciosamente revisadas por cientos de consumidores que tienen voz gracias a las redes sociales. Arriesgar en una campaña supone que con más facilidad se prenda la mecha de los hashtag-protesta. Cercano en el tiempo es el caso de Lanjarón, cuya campaña "Lanjajajaron" resultó ofensiva para un sector del público y que sería realmente discutible si cruzaron la línea moral que una empresa no debe traspasar... la que sí traspasaron impunemente es la del chiste chungo.
El caso de hoy es diferente. Donettes lanza una campaña bajo la idea de que nadie te quite tus rosquitos rallados. Bajo claims tan sencillos como "Pedir puede dañar seriamente nuestra amistad", "Comparto mi cuerpo, no mis Donettes". Hasta ahí todo correcto, una idea original que juega con una realidad sencilla que el consumidor puede aceptar.
Se enciende la mecha cuando Xavi Calvo (@xavicalvo) sube esta fotografía criticando la acción y creando el hashtag #boicotdonettes:
@xavicalvo: "Qué mala leche. Señores de @Donettes, frivolizar con según qué cosas para hacer marketing es lamentable"
Una rápida reacción de la compañía anuncia la rectificación y aceptación del error con tweets tan certeros como:
@Donettes: "Estamos de acuerdo con vosotros y os pedimos disculpas. Vamos a retirar los packs lo antes posible"
Resultado: hablamos de Donettes "aunque sea mal", tendencia primero en Valencia y finalmente a nivel nacional, la gente alaba y agradece la reacción de la empresa, el buzz llega a los principales diarios nacionales: