Aprendiendo nuevos lenguajes

Se dice que hoy en día si no sabes inglés no eres nadie. Pero aprenderlo es difícil porque está todo en otro idioma. ¿Qué hacer?

Hay otras opciones. Hace poco hablábamos en este bar de crear un nuevo día festivo en la semana.  Y ahora me pregunto, ¿y por qué no crear una nueva lengua y dejar las actuales de lado? Total, ya están viejas y muy usadas. En realidad al paso que vamos ya casi estamos preparados para hablar el lenguaje de la publicidad. Cada día conocemos un nuevo neologismo creado para vender algún producto de lo más variopinto. Y gracias a la televisión ampliamos conocimientos con gran facilidad.

Una crema que "retensa", un ambientador "freshmatic" que huele a pomelo y menta, los vehículos ya no son diésel, son "energydrive". Lavar la ropa es hacer "oxiaction" y cuando te queda limpia está "crystalwhite".

Cuando quieres ir al baño vas a hacer "acti-regularis". Y basta de gastar saliva y tiempo en decir "eficiente y silencioso" cuando podemos utilizar "effisilent". 

¿Sabéis de algún neologismo más? Seguro que sí, y si no, creadlo, veréis que la vida es mucho más fácil ("easylife").

En fin. No les entretengo más, que el tiempo es oro... digo "freshbanking"

El uso de neologismos en la publicidad facilita la economía lingüística y por lo general se asocian conceptos positivos a la marca de una forma diferente y que resulta más impactante y permanente en la mente del público por lo chocante en su nueva pronunciación o por ser tecnicismos y extranjerismos que aportan un valor de novedoso, de alta calidad, tecnológico, puntero, etc.